Este ha sido un año muy complicado por cuestiones ajenas a lo laboral que, sin embargo, han influido mucho en nuestro ámbito. La covid, a la par que la enfermedad, propagó ERES y ERTES, desempleo, prestaciones, subsidios, ayudas…: mucha burocracia, pocas pistas para gestionarla e incomunicación por parte de la administración para resolver las dudas, desde las más generales que los propios gestores tenían, a las particulares de cada trabajador. CNT ha sido un referente para solucionar algunas de esas dudas, y una guía para entender dónde recurrir para conseguir las compensaciones oportunas.
En el caso de las Artes Escénicas, CNT se movilizó para pedir que hubiera una protección al desempleo que se estaba generando en el sector por las medidas sanitarias impuestas. Tras un duro confinamiento llegó la prestación extraordinaria para artistas, que inicialmente se interpretaba bajo unas condiciones que poca gente podría tener: desde luego, no la figuración. Fue un clamor que hizo que el gobierno tuviera que publicar un nuevo Real Decreto modificando esa prestación para que los burócratas del SEPE no complicasen más las solicitudes de prestaciones y subsidios sobre la ya de por sí saturada situación en que se encontraban. Aclaradas esas dudas de los propios funcionarios de la administración, que pusieron en evidencia las carencias de información que sufrían, agraviadas por un teletrabajo en aislamiento en el que no podían dar abasto, CNT envió una propuesta de enmiendas a los grupos parlamentarios del Congreso, para lograr que esta prestación se ampliase a todos los trabajadores de la cultura. Salió aprobada una ayuda muy inferior a lo que se reclamaba y seguimos presionando para mejorar las condiciones de tantos profesionales del sector que se han visto tan afectados por la pandemia.
Igualmente, hemos formado un grupo de asesoramiento sobre el Ingreso Mínimo Vital. Estas cuestiones generales para intentar aclarar cuál es el ámbito de cada ayuda y las situaciones individuales derivadas de ello han sido nuestra prioridad frente a otras actividades en el sindicato.
Aun así, no ha bajado nuestro nivel de actividad, y se han conseguido logros también mediante denuncias ante la Inspección de trabajo. Así, el reconocimiento por parte de la Inspección del fraccionamiento en fraude de ley de un contrato a un trabajador para pagar distintos días de intervención en una serie con categorías diferentes para el mismo papel, concretamente dos días como figuración y uno como pequeña parte cuando deberían haber sido los tres como pequeña parte. En Barcelona se ha sancionado a una conocida agencia de figuración por estar operando sin cumplir los requisitos para hacerlo y a su vez a la productora por no cumplir con el control de registro horario. En Almería se consiguió una actuación de la Inspección de Trabajo por la vía urgente para poder garantizar la prevención de riesgos laborales en el rodaje de una película. En la actualidad, se están defendiendo los derechos de dos de nuestros afiliados para que pasen de cobrar el equivalente a una figuración especial a nada menos que lo que corresponde a la categoría de protagonistas de un spot publicitario con tres horas extras, lo que significa un aumento del 500% sobre la cantidad que les ofrecieron. Finalmente, también se han puesto demandas contra productoras en campañas de las administraciones públicas: ni más ni menos que el Ministerio de Sanidad.
En cuanto a nuestro funcionamiento interno, lo que parece claro es que el tiempo ganado en el confinamiento ha supuesto una mayor implicación en los grupos de trabajo. Eso implica un fortalecimiento de la sección para los próximos retos, muchos de ellos aplazados con la excusa del coronavirus, a los que nos tendremos que enfrentar en este nuevo año.
Los principales retos son las grandes negociaciones del sector, el Estatuto del Artista, Creador/a y Trabajador/a de la Cultura, así como favorecer la negociación del Convenio Colectivo de Eventos y Espectáculos. La implicación de CNT en la lucha por nuestros derechos hace imprescindible nuestra participación en ellas, para lo cual seguimos tratando de mostrar la eficacia de nuestro modelo sindical en el sector.
Por ello animamos a las personas que trabajan en el sector cultural a seguir afiliándose a la CNT como herramienta de lucha para conseguir sus objetivos de mejora profesional.