Noche del 13 al 14 de marzo de 1978. Agustín está preso en Carabanchel. No es la primera vez que lo está. En noviembre del 72 le habían metido en la Modelo por participar en una manifestación en su colonia, en Sallent, protestando por el atropello mortal de una vecina. Tres meses se come entre rejas. No lo puede evitar, su inconformismo respecto a la miseria y la explotación se dirige hacia el medio más cercano. Quiere dinamizar el barrio. Ya no le dan trabajo en el metal tras el apoyo a la huelga y encierro de la minería de Balsareny y Sallent del 72. Demasiado visible en asambleas, manifestaciones… Las fuerzas vivas no le quieren por allí.
Qué lejos quedan sus 18 años, cuando crea el club juvenil y logra proyecciones, recitales, conferencias, y, por encima de todo, crear su equipo de fútbol. Fútbol: cuando cierra los ojos es su imagen-refugio.
Elige no ser dirigente ni dirigido. Elige no tomar el camino fácil de las causas lejanas tan del gusto de los niños burgueses. Mientras algunos protestan por Vietnam él tiene que entrar en mayo del 74 a Infantería de Marina en Cartagena, después, Ferrol. Antes de un mes muere su padre enfermo y debilitado por la miseria. En diciembre, su madre, que se había quedado ciega. Sólo volverá a su pueblo para sus exequias. Cuando termina la mili intenta retomar la dinamización del barrio. El fútbol liberador, otra vez.
En el 76 pasa a Francia, ayudando a un desertor. Una bomba en la librería española destroza la casa donde vive, encima de la misma. Trae folletos a Barcelona. No quiere vivir de la política, como otros exiliados. Va y viene. Trabaja en el campo. Sigue ayudando a desertores. Añora su pueblo, pero el acoso allí es insoportable. Es un jornalero viviendo modestamente y que juega al fútbol cerca de Perpiñán. Contacto con un grupo autónomo. Eso es todo.
Octubre del 77. Le detienen en la frontera por ingenuidad. Ha sido traicionado. Tres días de palizas y torturas en la comisaría de Vía Layetana, donde nadie aguantaría ni cinco minutos. Cárcel de Figueras, para restaurarle un poco. Cárcel Gerona, donde entra en contacto con la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL), como activo.
El abogado Vidal, del Comité Pro-Presos de la CNT, y el abogado Seguí, de la AFAPP, van a encargarse de su caso. Sólo Vidal le pudo ver una vez, al principio.
Año Nuevo del 78. Por activo en la COPEL, le trasladan a Carabanchel. Sus abogados no lo saben. Nadie lo sabe. Ante las sospechas, el Comité Pro-Presos de CNT en Madrid va a Carabanchel y le niegan que esté allí. Meses duros con la COPEL. Abogado de oficio.
2 de marzo del 78. El Comité de Solidaridad de Sallent viene a Madrid y contrata abogada. Hasta la médula en la COPEL. Sin ver al juez, condenado a tortura y muerte por sus verdugos.
Dicen que deja de respirar a las 7:30 del 14 de marzo. Shock traumático dicen. De diez a quince implicados en la tortura, palizas y muerte. Hasta el cura.
La CNT de Madrid llama a acompañar sus restos a la salida del Anatómico Forense. El nudo en la garganta y los puños apretados. De eso hay imágenes. No estuvo solo. Él tampoco dejó solo a nadie. No lo olvidamos.
Hoy los asesinos acompañan a sus nietos al parque,
Luis Farnox. Tierra y Libertad nº 356, marzo de 2018
y con cándida inocencia empujan el columpio.
