La Confederación Regional Centro del sindicato CNT exige, en relación al Real Decreto 8/2020 de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, que se apliquen de forma urgente las medidas pertinentes para evitar el colapso sanitario y social. Exigimos una salida de esta crisis sanitaria, social, de cuidados, climática, ecológica y económica que ponga la vida en el centro. El sindicato propone una serie de medidas urgentes que son necesarias defender desde la solidaridad, la organización colectiva y la movilización:
1. Reforzar la sanidad pública, cobertura sanitaria universal e intervención de la sanidad privada sin compensación económica.
El límite de capacidad de la sanidad pública se ha visto reducido notablemente debido a más de una década de recortes y privatizaciones. Por tanto es imprescindible y urgente dotar de servicios suficientes a los servicios sanitarios. Del mismo modo se debe proveer de equipos de protección individual a todo el personal de estos centros con el fin de no poner en riesgo sus vidas y la de las personas enfermas. La intervención de la sanidad privada debe traducirse en la movilización de todos los recursos privados al servicio del interés general y la salud pública. Revertir la privatización comienza con la derogación de la ley 15/97, ley que produjo las actual deriva privatizadora.
2. Residencias de mayores.
El secuestro decretado para los mayores en residencias no medicalizadas -con la excusa de protegerlos frente a la visita de familiares- ha sido su sentencia de muerte. No se dio opción a sus familias a llevarlos a casa. Un exterminio resultante, también, de la negación del traslado a los hospitales, la no entubación, o simple sedación de los que pudieron entrar en hospital. Sólo en Madrid, han dejado morir a 1.100 de ellos, trabajadores, abandonados a su suerte, contagiados por sus propios cuidadores. Sus parientes y amigos no han podido despedirse con un mínimo de decencia. Los gobiernos autonómicos deberán asumir sus responsabilidades.
3. Proteger a las personas trabajadoras de servicios esenciales.
La mayoría de estas personas son trabajadoras con condiciones precarias y trabajos poco valorados socialmente. Durante la primera semana del estado de alarma desde todos estos sectores se han multiplicado las denuncias de la irresponsabilidad empresarial, la falta de protocolos de seguridad y la práctica inexistencia de equipos de protección individual. Es especialmente preocupante la situación en sectores en contacto permanente con grupos de riesgo como residencias o el servicio de atención domiciliaria que se encuentran colapsados. También es preocupante la situación de extrema vulnerabilidad de jornaleras y jornaleros migrantes del campo andaluz. O la situación de abandono y vulnerabilidad de las trabajadoras del hogar y los cuidados.
4. Retroactividad de las medidas, prohibir los despidos y aprobar una renta básica de cuarentena universal e incondicional.
Dos semanas previas al Estado de alarma ya se habían producido despidos ERTEs debido a la crisis. Sobretodo despidos en contratos temporales. Es necesario que se proteja a estas trabajadoras para evitar que la patronal aproveche la situación actual para cargar sobre las espaldas de la clase trabajadora los costes de esta crisis, es urgente prohibir los despidos y anular los que se han producido desde el inicio del estado de alarma. Pero sin trabajo o trabajo contractual nadie puede quedar sin ingresos mientras dure la emergencia sanitaria porque de lo contrario las consecuencias sociales serian devastadoras. Por eso es imprescindible aprobar una renta básica de cuarentena que garantice ingresos de manera universal e incondicional mientras dure el estado de alarma. El acceso a esta renta básica debe garantizarse a todas las personas sin importar su nacionalizad, estatus de residencia o situación administrativa.
5. Suspensión del pago de alquileres, hipotecas y suministros básicos mientras dure esta situación y sin que se acumule la deuda. Y del mismo modo, paralización de todos los desahucios.
6. Recursos para la intervención en violencia machista.
Exigimos medidas de choque que mantengan activados y refuercen los recursos sociales de prevención y detección de la violencia machista. Que es más probable que se produzca en estas situaciones de confinamiento forzoso.
7. Excarcelación inmediata de las personas presas que sean clasificadas como población de riesgo por su edad o por tener enfermedades previas.
8. Cierre de los CIE, fin de las deportaciones y derogación de la Ley de extranjería.
Evitar que las medidas especiales de las fuerzas de seguridad del estado sean utilizadas para dar cobertura a redadas racistas. Hay que asegurar la protección de los centros de acogida y poner especial atención a la situación de los menores extranjeros no acompañados.
9. Estado de alarma y represión.
No podemos consentir que en el estado de alarma se de vía libre a la represión por parte de las fuerzas de seguridad. Y concienciar a nuestras vecinas y vecinos para que no sean partícipes de esta represión.
10. Garantizar recursos públicos suficientes para la aplicación de todas estas medidas.
Las medidas aprobadas hasta el momento por el gobierno se basan en un aumento del gasto público y a la vez en la exoneración del pago de impuestos es decir se producirá una merma de ingresos con un sistema fiscal ya fuertemente regresivo. Los miles de ERTE podrían vaciar la caja de la seguridad social para proteger los beneficios de las grandes empresas privadas. CNT exige una reforma fiscal que obligue a pagar más a los que más tienen. Y, al mismo tiempo que la banca asuma su responsabilidad en el contexto actual. La banca debe devolver a la sociedad el rescate impagado que asciende a 65.725 millones de euros (en 2019 la banca declaro unos beneficios de más de 23.000 millones de euros).
Por último, el sindicato hace hincapié en que, ahora más que nunca, se debe romper con el individualismo que tanto caracteriza al neoliberalismo. En estos momentos tan difíciles se hace más evidente que nunca que para salir de una situación tan complicada como en la que nos encontramos (y la que vendrá) es imprescindible la autoorganización de la sociedad.
CNT insta a la sociedad a que apoye las redes y movimientos sociales que se están organizando para ayudar a las vecinas más vulnerables. Que apoye y cuente con los sindicatos para hacer frente a los abusos laborales que se están dando. Que seamos más cívicos que nunca y nos cuidemos en colectivo. Que apoyen a todos los trabajadores que nos están manteniendo (sanitarios, limpiadoras, trabajadores de farmacias y supermercados, transportistas, agricultores, etc). Aunque desde CNT se exijan medidas al Gobierno, tiene claro que el Estado no nos va a salvar, sino que debemos salvarnos entre nosotros.
Por ello el sindicato anima a que practiquemos más que nunca el apoyo mutuo, la solidaridad y la autogestión. Porque lamentablemente ya faltan entre nosotros más de los que podemos soportar, recordemos su memoria con el afecto que siempre les profesamos, animemos a sus familiares que lloran su pérdida. La intención es no dejar a nadie atrás. Solo el pueblo salva al pueblo.