Yo me quedo sin trabajo. Yo me quedo sin paro

En este momento de emergencia es preciso que el Gobierno piense en todas las personas trabajadoras. Hacer estratificaciones sociales, sean del tipo que sea, siempre dejará a alguien fuera.

A mucha gente se nos ha excluido de todas las medidas especiales, incluidos los subsidios especiales, aprobadas para afrontar la crisis del COVID-19. ¿Por qué?

Para que quienes tenemos contratos temporales podamos acogernos a algún tipo de subsidio se nos exige que nuestro último contrato no sólo se haya extinguido durante el estado de alarma, sino que haya tenido UNA DURACIÓN MÍNIMA DE DOS MESES. Muchísimos de nuestros contratos NO SON TAN LARGOS. (TEXTO DEL BOE, RDL 11-2020 de 31 de marzo de 2020).

Un claro ejemplo de esto son los contratos de figurantes: son DIARIOS. Trabajo hoy: me contratan para hoy. Y no sólo hablamos de figuración de cine, series, teatro, y gran parte de los trabajadores de las Artes Escénicas y Cinematográficas —decenas de técnicos en cada rodaje, músicos, apoyo artístico, actores de pequeñas partes o incluso reparto—, sino de toda una serie de personas que trabajan a través de ETT’s o con contratos de cortísima duración: en grabación de datos, reponiendo en almacenes, jardinería, cartería comercial, eventuales de correos, guías turísticos, carretilleros, conductores, teleoperadoras, dependientes, mozos de almacén, temporeros agrícolas… Personas que trabajan con contratos por obra o servicio de un día, dos, tres, o por una campaña (una semana, tres, un mes y medio…).

La situación de la figuración ya es precaria de por sí: un convenio que ni nos protege en estas situaciones ni nos permite llegar al Salario Mínimo Interprofesional, una profesión que en muchas ocasiones nos permite trabajar sólo 5 o 6 días al mes —incluso cada día con una empresa diferente—, lo cual a su vez no nos permite cotizar lo suficiente como para solicitar ningún tipo de prestación o subsidio oficial… Y debido al estado de alarma los rodajes de películas y series fueron de los primeros en cerrar. NO COBRAMOS NADA, apenas algún día suelto si hemos trabajado, con suerte, durante la primera quincena del mes, ni finalización de contrato, ni tenemos vacaciones pagadas (ya que se incluyen en nuestra mínima nómina), y por supuesto, ni nos podemos acoger a un ERTE, ni podemos solicitar el subsidio de desempleo o los excepcionales aprobados en estos días. Tampoco habremos podido compaginarlo con ninguna otra actividad puesto que la figuración, si lo puede hacer, es con trabajos igual de precarios y temporales. Nada. Por otro lado, sabemos que el estado de alarma se va a alargar más de lo previsto, lo que significará que no trabajaremos nada durante todo marzo y abril, y seguiremos sin saber cuál será el día en que podremos trabajar —retomando nuestra situación: sólo unos días al mes y cobrando un sueldo irrisorio—.

Tenemos familias, alquileres e hipotecas, gastos fijos mensuales, como todo el mundo, pero ningún tipo de ingreso, NI POSIBILIDAD DE AYUDAS O SUBSIDIOS. Y como los figurantes hay muchísimos otros colectivos. La Ministra de Trabajo salió en rueda de prensa diciendo que la tasa de cobertura del desempleo llegaba al 65% de las personas en esa situación. ¿No creen que el otro 35% también deba protegerse?.

Desde CNT solicitamos la aplicación, con carácter retroactivo, de una renta mínima para todos aquellos que no tienen ningún tipo de ingreso, una Renta Básica de Emergencia que pueda paliar la situación de aquellos que no han sido despedidos directamente por el COVID-19, sino cuyos trabajos han dejado de realizarse. Y para quienes, por no tener cotización suficiente, no están recibiendo ninguna prestación ni subsidio por desempleo. Igualmente, pedimos que el tiempo de Estado de Alarma y el tiempo posterior en que no hayan desaparecido esas medidas de restricción de actividades no cuente a efectos de consumir las prestaciones por desempleo para quienes actualmente las vengan recibiendo.

#YoMeQuedoSinTrabajo
#YoMeQuedoSinParo
#RentaBásicaDeEmergencia