El Consejo de Ministros aprobaba la semana pasada un aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) de 950 a 965 euros brutos en 14 pagas, ratificando el acuerdo al que llegó con los sindicatos de concertación a mediados de mes, que se dio sin apoyo de la patronal. La subida tendrá efectos retroactivos desde el 1 de septiembre, mientras que queda pendiente la revisión para los años próximos.
No vamos a afirmar que sea una mala noticia, pero de igual manera tenemos que decir que la cifra sigue siendo insuficiente y no soluciona los problemas fundamentales por los que pasan las clases más desfavorecidas, situación que viene agravándose con la sucesión de diferentes crisis. Precisamente estos mismos días vemos un nuevo alza de la inflación y el encarecimiento del coste de la vida en nada menos que un 4%.
Por otro lado, el aumento del SMI evidencia la precariedad del convenio de Prensa Diaria que rige la mayoría de redacciones de nustro sector, algo que ya denunciamos en 2019, cuando, después de un amago de huelga, fue firmado por los sindicatos FeSP, CCOO y UGT y que, pese a publicitarlo como un logro, recogía salarios por debajo del SMI. Ahora esa situación se cronifica aún más (Ver cuadro anexo).
Aunque los salarios se deberán incrementar de manera automática para cumplir con la Ley, sabemos lo que cuesta arrancar en muchas empresas lo que está estampado sobre el papel que, gracias a la picaresca empresarial de este país, se debe arrancar en no pocas ocasiones por medio del conflicto sindical y judicial, algo que supone un importante hándicap a aquellos compañeros y compañeras en situación más precaria dentro de las redacciones.
Por todo ello, volvemos a afirmar que no nos resignamos a la precariedad y hacemos un llamamiento a todos los y las profesionales de la prensa a la unión, a engrosar el sindicato. No tenemos varitas mágicas ni prometemos soluciones perfectas, pues sabemos que las mejoras sólo se producirán si recobramos conciencia de nuestro protagonismo y vamos engrasando la dinámica que nos permita conquistar derechos a medio plazo.
Dejemos de depender de supuestos representantes y seamos sujetos activos en un sindicato autónomo e independiente, sin burócratas ni liberados. Compartamos experiencia y formación, sumemos manos a la tarea. Solo así estaremos sentando las bases que permitan futuros convenios dignos para quienes trabajamos en el sector de la Prensa Diaria.