Madrid Destino, la empresa insignia del ayuntamiento madrileño, siembra precariedad laboral y cosecha nuevas derrotas judiciales

En el Espacio Abierto Quinta de los Molinos, de titularidad municipal y con programación cultural estable desde que abrió sus puertas en julio de 2018, más del 80% de su plantilla ha trabajado hasta fecha reciente con contratos temporales de obra o servicio.

El centro está gestionado directamente por la empresa municipal Madrid Destino en base a un acuerdo de cesión de uso entre el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid (titular del edificio) y el Área de Cultura de dicho ayuntamiento. Este área asume su gestión a través de Madrid Destino.

A pesar de haberse firmado una ampliación del acuerdo de cesión del espacio por dos años prorrogables por otros dos, Madrid Destino decidió despedir en marzo de este año a toda la plantilla eventual que gestionaba el centro desde su puesta en marcha. El objetivo de semejante sangría laboral: evitar que esos trabajadores pudieran convertirse en personal indefinido. Los puestos pasan a ser considerados como estructurales si cumplen los 3 años de contrato. 

Los despidos se ejecutaron en mitad de la programación de la temporada y a pesar de que la actividad del centro continuaba con normalidad. Se cubrieron inmediatamente la mayoría de los puestos con nuevos trabajadores eventuales por obra o servicio. Es incomprensible que se prescinda de una plantilla consolidada, cohesionada y comprometida con el proyecto desde sus inicios en un espacio de varios años de recorrido y que tiene asegurada su continuidad al menos hasta 2023. 

Los trabajadores afectados por los despidos, dos de ellos miembros de la sección sindical de CNT, iniciaron procedimientos judiciales contra el despido o por contratación en fraude de ley. 

El goteo de sentencias acaba con dos trabajadoras readmitidas en sus puestos de manera indefinida, un tercero que había conseguido plaza indefinida en otro centro, al que la empresa ha tenido que reconocerle la antigüedad desde 2018, y otro que ha sido indemnizado por despido improcedente. La empresa reconoció que el contrato estaba en fraude de ley pero se ha negado a optar por la readmisión.

Este embrollo legal provocado por la obsesión de Madrid Destino de mantener a toda costa la precariedad y la temporalidad de buena parte de su plantilla se podría haber evitado con una gestión empresarial inteligente, respetuosa con la legalidad laboral y que tuviera como objetivo la calidad del servicio público, la eficiencia y la buena gestión del dinero de los contribuyentes.

Si sumamos los 8.361,21€ de la indemnización del trabajador no readmitido, el resto de indemnizaciones abonadas, salarios de tramitación, suplementos de antiguedad, cuotas patronales de seguridad social, coste de las nuevas contrataciones, etc., el desembolso hecho por la empresa probablemente supere de largo los 30.000 euros. Un dinero que saldrá del bolsillo de los madrileños y madrileñas obligados a pagar la mala gestión de la empresa municipal en materia de contratación.

Desde la Sección Sindical de CNT en Madrid Destino animamos a todos los trabajadores temporales a que se afilien, se informen en el sindicato y revisen las condiciones de sus contratos. Hay numerosas sentencias judiciales o resoluciones de Inspección de Trabajo que certifican una y otra vez que la política de la empresa de contratar en precario está sustentada a menudo, si no sistemáticamente, en el fraude de ley.

Organízate y lucha por los derechos laborales que el ayuntamiento no respeta.

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